DERECHO A PENSAR DISTINTO
Teresa Marinovic
Vivimos en una sociedad hipócrita en la que se puede insultar a las personas (basándose en una errónea concepción de lo que es libertad de expresión) pero no se puede discrepar de lo que ha venido en llamarse “lo políticamente correcto”.
No debiera ponerse en entredicho lo que es obvio: que el hombre y la mujer tienen diferencias biológicas y psicológicas que afectan a su modo y manera de enfocar la vida, y que ese modo de enfocar la vida no es sólo producto de una educación a la que se atribuye calificativos gratuitos como sexista y machista.